El viernes 17 de abril de 1826, es decir hace 194 años, Santa Fe de Antioquia dejó de ser la capital de lo que hoy es el departamento de Antioquia, aunque por siempre se llevará el orgullo de haberle dado el nombre a esta región de la patria.

A propósito del tiempo que estamos viviendo hoy en el mundo, es conveniente traer a la memoria las historias de las epidemias que han azotado a la humanidad en los últimos tiempos, y sobre todo con qué tipo de enfermedades le ha tocado lidiar a los habitantes de la cuidad de Antioquia.

Cerca de 35 años vivió en la urbe capitalina Julio Vives Guerra, el gran poeta santafereño nacido en la llamada Casa Negra de la Ciudad Madre. A propósito, EL SANTAFEREÑO estuvo recorriendo en la capital de la República una de las zonas donde el vate vivió y trabajó hasta el último de sus días, teniendo siempre a Santa Fe de Antioquia en la memoria nostálgica, tierra donde nunca más volvió, pues con el paso de los años ya nadie lo esperaba, como lo escribió en el famoso poema: “A que volver prima Ana María”.

Así era la famosa casa verde a principios del siglo XX, casa donde nació el escritor Roberto Botero Saldarriaga, y donde funcionó a finales del siglo 19 una compañía financiera que administró los recursos con los que se construyó el puente colgante de Occidente.
Nótese el piso en tierra y un pequeño sendero enladrillado.

Foto cortesía: María Adelaida Oquendo y Foto Ideal.

Por: Eduard Manuel Restrepo Guisao.

Escribo este primer artículo con la sabiduría de Dios y con la fe de poder seguir escribiendo estos artículos de café, que más que dar a conocer la riqueza turística que tenemos en nuestro territorio, es dar a conocer la otra Santa Fe de Antioquia (no la del sol y las piscinas), donde el café es el primer eje de la economía con una cosecha que vale más de 24 mil millones de pesos, la cual se mueve en tres municipios: Caicedo, Giraldo y Santa Fe de Antioquia.