Por Rigoberto Présiga Benítez.
Los que vivimos la época de la juventud en los años 60 y hoy estamos viviendo la actual como Adultos Mayores, somos testigos de los grandes cambios que ha tenido Santa Fe de Antioquia, entre los que podemos destacar:
La calidad de vida que tuvimos los jóvenes de los años 60 comparada con la que viven los jóvenes de esta época es notoria, como lo podemos apreciar en los progresos que ha tenido la Ciudad Madre en calidad de vida, en materia de estudios, empleo y vivienda.
En el campo de la educación en la época nuestra, ni el municipio de Santa Fe de Antioquia ni el Liceo San Luis Gonzaga contaban con biblioteca para las consultas o lecturas sobre determinados temas o para realizar una tarea, sino que nos tocaba orientarnos por los libros guías que teníamos para cada materia y también por la creatividad y dedicación de profesores, como Jesús Palacio, Aristóbulo Serna y la señorita Julia Romero en la primaria y de Enrique Agudelo, Jesús Cardona, Ramón Emilio Cardona (Reca), Julio Ochoa Vélez, Samuel Cano, Alejandro Hernández, el presbítero Benjamín Pardo y Bernardo Lara, entre otros, en el bachillerato, que a través de los años de estudio no solo nos formaron en la academia, sino también en valores, el respeto y la responsabilidad.
En cambio, hoy tanto el municipio como las Instituciones Educativas tienen bibliotecas al servicio de los estudiantes y para la comunidad, donde pueden realizar la lectura o consulta de su interés; pero lo más destacable es que también cuentan con la tecnología, como la internet, el wifi y las redes sociales, que están al alcance de los estudiantes y de la comunidad, inclusive, si se tiene un computador, una tablet o un móvil, se pueden realizar las consultas o las tareas desde la casa.
Continuando con los estudios, en los años 60 solo se podía realizar la primaria en la escuela Jorge Robledo para los niños y en la Martínez Pardo para las niñas y el bachillerato en el Liceo San Luis Gonzaga los hombres y en el Instituto Femenino Santa Fe las mujeres. Una vez que terminábamos el bachillerato si queríamos realizar estudios superiores teníamos que emigrar a Medellín u otra ciudad en busca de una universidad o un tecnológico que tuviera la carrera que queríamos estudiar.
Actualmente la ciudad tiene instituciones educativas como la Universidad de Antioquia, Seccional Occidente Antioqueño, la Corporación Tecnológica Católica de Occidente (TECOC), el SENA, Comfenalco, Comfama y el tecnológico CENSA, en donde se puede realizar estudios superiores, sin necesidad de desplazarse a otra ciudad. También se puede estudiar por el sistema virtual o semipresencial, por lo que hoy se pueden realizar estudios superiores sin tener que salir de Santa Fe de Antioquia.
En lo que respecta con el trabajo, las fuentes de empleo para un bachiller o un profesional eran mínimas, pues el municipio no tenía muchas dependencias para trabajar. Por ejemplo, la alcaldía solo contaba con las dependencias del Despacho del Alcalde, un Secretario General y de Gobierno, un Tesorero; estas dependencias tenían una secretaria y 3 o 4 auxiliares. También teníamos la Personería Municipal que, en esa época, el Personero, fuera de ser el defensor de la comunidad, tenía el encargo de las obras públicas, por lo que tenía a su mando los obreros, oficiales y auxiliares de las obras del municipio. Como ejemplo, tenemos al señor Horacio Vargas, que a mediados de los años 60 fue nombrado Personero Municipal de Santa Fe de Antioquia y como tal organizó el cambio de alcantarillado de las calles principales del pueblo y luego su pavimentación en cemento, especialmente la Calle del Medio.
Como otras alternativas de trabajo estaban las de laborar como secretario de una Inspección de Policía o en un juzgado como Citador u Oficial Escribiente o como auxiliar en la Caja Agraria.
Pero si no conseguías un empleo estable, la última alternativa era trabajar de mesero los fines de semana o en temporadas altas en los pocos hoteles y restaurantes que existían en ese entonces.
Hoy, aunque todavía el porcentaje de desempleo es alto, si hay más posibilidades de obtener empleos calificados en nuestra ciudad, porque empezando por la administración municipal, ha tenido un crecimiento en dependencias y empleados, gracias al desarrollo que ha tenido Santa Fe de Antioquia en los últimos tiempos.
Actualmente el municipio fuera del Despacho del alcalde cuenta con ocho secretarías y con varias secciones o institutos descentralizados. La ciudad también es sede de instituciones del nivel departamental o nacional como el Instituto de Bienestar Familiar (ICBF), EPM, SENA, Cámara de Comercio, Comfenalco, Comfama, entre otros. Actualmente el comercio también ha tenido un crecimiento y hoy tenemos una buena cantidad de hoteles, restaurantes, supermercados y también contamos con instituciones bancarias que ofrecen empleo para los jóvenes santafereños.
A lo antes expuesto, podemos agregar que actualmente existen grandes proyectos de infraestructura en la región, como las Autopistas de la Prosperidad, el Túnel del Toyo y los proyectos de infraestructura del municipio, que son fuente de empleo para el occidente antioqueño. Por todo lo anterior, los jóvenes de esta ciudad hoy tienen más posibilidades de conseguir un empleo en su tierra natal que las pocas que tuvimos nosotros en nuestra época, por lo que tuvimos que buscar trabajo en otras ciudades y formar familia y tener la vivienda en otros municipios por largo tiempo, porque si queríamos tener una mejor calidad de vida, había que buscarlo en otras regiones.
Otro aspecto para analizar es la vivienda. En nuestra época había dos clases de vivienda: la de las casas de bahareque o de tapia y techo de paja, que en su mayoría estaban ubicadas en los barrios de Palenque, Buga, la Barranca y Llano de Bolívar. Eran casas pequeñas, en donde vivíamos abuelos, padres e hijos, pero tenían solares muy grandes, pues en algunas cuadras solo existían 3 o 4 casas y lo demás era el solar, por lo que aprovechábamos esos espacios para los juegos, como el fútbol, el “juego de las escondidas”, jugar trompo o montar en zancos, ya que los solares estaban separados por árboles de “uña de gato o de matarratón” o por alambrados de poca altura, lo que facilitaba el poder ingresar a jugar en esos lugares.
La otra clase de vivienda estaba ubicada principalmente en los barrios de Santa Lucía, Jesús, Centro y sector de la Chinca. En estas zonas, especialmente en la que hoy llamamos Centro Histórico, las casas, al contrario de las de bahareque, eran casas muy grandes, de tapia o de piedra volcánica y ladrillo, algunas construidas en la época de la colonia. Estas casas se caracterizan porque tienen zaguán, patios, muchas habitaciones y algunas son de dos pisos con amplios balcones.
Si miramos los cambios que ha tenido la vivienda en nuestra ciudad, nos encontramos que Santa Fe de Antioquia ha tenido cambios determinantes en la vivienda. Hoy existen pocas casas de paja, porque la mayoría fueron derribadas para construir casas de material, inclusive de dos pisos o más, ya no cuentan con grandes solares porque algunos dueños vendieron parte del solar o en otros casos los herederos construyeron su vivienda.
En cuanto a las casas grandes y antiguas, la mayoría están en pie, tal como se construyeron, pero algunas ya fueron divididas en dos o más viviendas y otras las convirtieron en hoteles, restaurantes, almacenes, supermercados u otros usos. Pero, gracias a la conservación de estas viviendas la ciudad fue declarada Monumento Nacional en el año de 1960 y hoy seguimos siendo una ciudad histórica y turística.
El transporte hacia Medellín en los años 60 también era difícil porque el viaje duraba aproximadamente 4 horas, y el recorrido lo hacía el famoso Lechero, un camión tipo escalera, que salía a las 5:30 de la mañana desde el Parque Principal de Santa Fe de Antioquia, pasando por el Puente de Occidente, Sopetrán, San Jerónimo y Palmitas, por una carretera estrecha y sin pavimentar, y durante el recorrido recogía las “canecas de leche”, para llevar a Medellín a la Pasteurizadora Proleche, que quedaba cerca de la Plaza de Toros La Macarena.
El viaje era incómodo, pero cuando uno pasaba Palmitas, descansaba del polvero que levantaban los vehículos, porque comenzaba la carretera pavimentada y más adelante nos encontrábamos con el cerro el Boquerón y en su parte superior veíamos la cajetilla de cigarrillos Pielroja, para luego llegar al Alto (donde había un restaurante que era parada obligada para los buses) y desde allí se divisaba la ciudad de Medellín.
El Lechero realizaba el regreso de Medellín a Santa Fe de Antioquia, salía a las 12 del día y llegaba a eso de las 4 pm. a la Ciudad Madre.
Debido al terreno destapado uno llegaba “empolvado”, por lo que debía bañarse y cambiarse la ropa inmediatamente llegara a casa.
Luego en el año 1962 se inaugura el puente del Paso Real, lo mismo que la variante San Jerónimo a Santa Fe de Antioquia y el tiempo de viaje se reduce a tres horas y ya se hacía en bus, en donde se hizo famoso José Quiroz (conocido como “José Pájaro”), porque fue el conductor que no solo transportaba a sus paisanos, sino que llevaba o traía las encomiendas y correspondencia de los santafereños, haciendo las veces de correo rápido. Finalmente, en el año de 2006 se inauguran la vía actual y el Túnel de Occidente “Fernando Gómez Martínez”, quedando Santa Fe de Antioquia a una hora de Medellín por una vía amplia y pavimentada. Por lo tanto, hoy podemos apreciar las mejoras en vías y transporte que ha tenido nuestra ciudad, por lo que ya estamos a un paso de la capital antioqueña para realizar gestiones de estudio, trabajo, salud y otras diligencias, en donde podemos ir y volver el mismo día, gracias a que actualmente el servicio de transporte es permanente.
Y qué decir de las comunicaciones. En el año de 1941 se inicia el servicio telefónico. Las comunicaciones telefónicas, se hacían a través de una central telefónica (ubicada en donde actualmente está la Oficina de Turismo). En nuestra época, doña Sofía (la mamá de Pachito Ocampo), estaba al frente de la oficina y atendía las llamadas en dos cabinas que tenía la central. Si uno tenía la necesidad de hacer una llamada a otra ciudad, debía desplazarse a la central y desde allí realizar la llamada. Pero si la llamada era de otro municipio a una persona de Santa Fe de Antioquia, la llamada quedaba en espera hasta que Ricardo Acevedo (encargado de notificar a la gente las llamadas) buscaba a esa persona y le informaba que tenía una llamada y que por lo tanto debía desplazarse a la central telefónica a recibirla.
En los años 60 llega TELECOM (quedaba en el edificio La Contaduría) con teléfonos residenciales, de donde uno se comunicaba con la central y pedía la llamada a la ciudad que requerida. En los años 70 llegan a la ciudad los primeros teléfonos fijos automáticos, por lo que se podía llamar a otra persona de Colombia o del mundo directamente, sin necesidad de tener que hacer la llamada a través de una central telefónica, sistema que actualmente está vigente, pero que cada vez se utiliza menos.
La otra forma de comunicarse era a través de los telegramas. Para ello uno se desplazaba a la oficina de TELECOM, que quedaba a continuación de la cárcel municipal y allí escribía el mensaje que deseaba enviar a otra persona a otra ciudad. El mensaje era corto, porque cobraban por palabra. Se utilizaba para informarle a la persona sobre un negocio, un viaje, unas felicitaciones, mensajes de amor, entre otros.
Como estamos en un mundo cambiante, la tecnología nos cambió estas costumbres. Es así que los teléfonos fijos los estamos cambiando por lo móviles o celulares, aparatos que podemos llevar con nosotros a donde vamos y hacer llamadas locales, nacionales e internacionales directamente y a cualquier hora. Hoy con los celulares y los computadores, podemos enviar o recibir mensajes de textos, imágenes, documentos o videos en tiempo real.
El covid-19 nos cambió a todos
El Covid-19 nos cambió a todos: niños, jóvenes y adultos, ya que nos mandó a encerrarnos en nuestras casas y nos hizo cambiar algunas de las rutinas y costumbres que a diario realizábamos. A fin de combatir esta pandemia, tanto el gobierno nacional, como el departamental y el municipal, expidieron una serie de decretos para controlar este virus A los estudiantes a recibir las clases en forma virtual, a los trabajadores a laborar desde la casa por el sistema teletrabajo, a los deportistas a realizar sus entrenamientos en sus residencias y otros que sufrieron la pérdida de su trabajo.
Debido al encierro, la tecnología pasó a ser una herramienta clave para ciertas actividades, como las videollamadas, el pago de los servicios públicos, cuotas a las corporaciones financieras, transferencias bancarias, pago de impuestos, compras por internet, los servicios domiciliarios, consultas médicas, entre otras. Como los adultos mayores somos los que más encerrados hemos estado y algunas transacciones debemos realizarlas por el sistema virtual y como no todos dominamos esta herramienta, es aquí cuando los jóvenes llegan al rescate de los mayores, enseñándoles a realizar sus pagos y demás operaciones online.
El quedarnos en casa nos llevó a unirnos y compartir más con nuestra familia, a cuidarme y a cuidarte, a ser solidarios y a ayudar a aquellos que necesitan de nuestra colaboración.
Loa cambios en el trabajo, en el estudio, en la vida social, las medidas de bioseguridad que debemos aplicar, nos llevaron a modificar nuestro estilo de vida y algunos se quedarán con nosotros, porque, según los expertos, muchos de estos cambios se quedarán para siempre y ojalá sea para mejorar.
Afortunadamente hubo solidaridad y mucha ayuda con los santafereños y ya estamos saliendo de esta crisis y vamos camino a la reactivación de la economía y es aquí en donde, una vez más, tenemos que ser más solidarios entre colombianos, comprando productos elaborados en nuestro país, especialmente de nuestra región, porque es en estos momentos difíciles cuando hay que demostrar el amor por nuestro país, por lo que COLOMBIANO COMPRA COLOMBIANO y así todos ganamos: la industria, el comercio, el turismo, etc, porque si se reactiva la economía, se recuperan los puestos de trabajo y vuelve a la vida social y cultural, pero con autocuidado.
Somos optimistas y creemos que una vez superada esta pandemia, volveremos a la dinámica que traía el municipio y considerando las proyecciones que se vienen, como el ser un Centro Logístico por su posición geográfica, una Ciudad Creativa y a nivel municipal, proyectos como el parque lineal del río Tonusco, el nuevo centro administrativo del municipio y si le agregamos las obras que actualmente se están realizando, como la conexión Mar 1 y el túnel del Toyo, esperamos que Santa Fe de Antioquia vuelva por el camino de ser una ciudad intermedia pujante que es su objetivo