La riqueza cultural, patrimonial y de naturaleza de la Ciudad Madre y sus poblaciones vecinas, difícilmente se puede encontrar en otra región del departamento. Así se evidencia en este completo y renovado inventario de destinos que nos motivan a interactuar con una clase de turismo más experiencial que tiene como base el contacto directo con las comunidades que habitan este vasto territorio.  

Por años, los transeúntes que pasan por la emblemática casa de Merceditas Gómez Martínez (Q.E.P.D.) y tocan la puerta que da a la Calle del Medio, se han preguntado por qué está hecha de cemento y no de madera.

Y como la curiosidad mata al gato, dice el dicho, nos aventuramos a hurgar en la tradición oral que gira en torno a una de las viviendas más autóctonas y mejor conservadas del centro histórico de la Ciudad Madre.

Como se recuerda, Merceditas, la entrañable maestra del Instituto Femenino Santa Fe, fundadora del Museo Juan del Corral, mujer cívica y culta como la que más, vivió en esta vivienda que fue de sus mayores, hasta su muerte ocurrida el 22 de diciembre de 1978 en una visita que hizo a Medellín.

Como lo cuenta en una de sus deliciosas crónicas, por mucho tiempo vivió en la carrera de Azuero con Ricaute, pero con la nueva nomenclatura que salió en el año de 1966, pasó a vivir en la carrera dos con la calle 10. “Para que lo sepan. ¡Que emoción!”, decía.

Recuerda su sobrino en segundo grado, Juan Ramón Villa Gómez, que detrás de esta misteriosa puerta estaba la habitación donde Merceditas cosía en su máquina Singer, y donde le gustaba leer y escribir su columna de prensa que cada ocho días publicaba en el periódico El Colombiano, propiedad de su hermano, el recordado abogado, periodista y político Fernando Gómez Martínez.

Sucedía entonces que la muchachada que pasaba por allí, en medio de la ociosidad, con frecuencia gustaba tocar la puerta de madera, una pilatuna que molestaba y desconcentraba a la mansa y paciente Merceditas, que un día cualquiera no aguantó más, y con la ayuda de un familiar, se le ocurrió la idea de echarle cemento a la bendita entrada para así acabar de una vez con tanta “fregadera”.

“Ella me contó alguna vez que le tocaban la puerta muy seguido, sabiendo que la entrada principal era por la otra calle, y cuando ella abría, ya no había nadie; eso seguramente motivó para que le cambiara el material a la puerta, eso sí conservando el estilo, la forma y el color, como si fuera una de verdad, tal y como se ha mantenido hasta ahora”, anota Juan Ramón.

Cabe recordar que esta casona construida en cal y canto con piedra volcánica y mezcla real, en el siglo pasado fue de tres familias: de los Gómez Martínez, Gómez Arango y Gómez Atehortúa, todos descendientes del gran patriarca santafereño Don Daniel Gómez Campillo; sin embargo, por un acuerdo entre estas familias, casi toda su vida, Merceditas disfrutó del usufructo de este histórico inmueble.

Luego de su muerte, el médico Alberto Gómez Arango le compró la participación a la familia Gómez Martínez y a la familia Gómez Atehortúa, por lo que hoy la propiedad está en manos de sus descendientes, que pese al paso del tiempo, la han conservado casi intacta en su interior, tanto en sus alcobas como en su amplio y florecido patio.

Esta es pues la tradición oral que se narra sobre esta enigmática puerta ubicada sobre la fundacional Calle del Medio de Santa Fe de Antioquia, donde nativos y turistas tocan hasta lastimarse los dedos, sin saber la historia secreta que guarda en su interior.

 

 

 

En la historia de la emblemática estructura siempre se narra un episodio memorable que causó asombro entre quienes lo vivieron en su momento, tanto que desde hace más de un siglo hace parte de la tradición oral que ya es leyenda: la encerrona de una gran novillada que cruzó de lado a lado la estructura colgante para probar su firmeza y aguante. Aquí un ameno relato de ese momento glorioso sucedido una tarde de 1894, a propósito de la celebración de los 125 años de haberse inaugurado el puente, efemérides que se cumplirá el próximo 27 de diciembre.

Por Iván de J. Guzmán López.

Periodista – Escritor
Miembro Correspondiente de la Academia Antioqueña de Historia y Expresidente del Círculo de Periodistas de Antioquia.

Seis años después de que se iniciara la construcción de la vía al mar, la revista Cromos publicó en 1932 una imagen que daba cuenta del avance de la obra.