Por casi 30 años, este gomoso de la radiodifusión dirigió la única emisora comunitaria que ha tenido Santa Fe de Antioquia. Sus conocimientos técnicos, su locución y toda su experiencia administrativa, fueron vitales para mantener a flote este canal radial que mantiene informados día y noche a los santafereños. Homenaje póstumo.
A los 68 años y víctima de una neumonía falleció el pasado viernes 13 de septiembre, a las 8:30 de la noche en el hospital Pablo Tobón Uribe de Medellín, el apreciado e icónico director de la emisora Ondas del Tonusco, Pedro Claver Girón Marín, quien por cerca de 27 años estuvo al frente de la misma.
Sorpresiva y muy triste fue la partida de este adalid de la radio, quien al lado del inolvidable Julio Duque escribiera un capitulo dorado de la radiodifusión santafereña a finales del siglo pasado y principios de éste.
Su figura robusta y bonachona, aunado a su carácter fuerte y decidido, marcaron la personalidad de este maestro de la radio que le enseñó a varias generaciones los secretos de hacer buena radio en la única emisora comunitaria que ha tenido Santa Fe de Antioquia.
Era habitual verlo mañana, tarde y noche pedalear en su bicicleta, de la casa a la emisora y viceversa, deteniéndose a conversar en las esquinas con sus paisanos. Ya dentro de la cabina de radio y en los estudios de la emisora, era un hombre serio, metódico y muy organizado, a tal punto que muchos de sus amigos y colaboradores en la emisora, lo tildaban de rígido, severo y hasta de perfeccionista, todo porque quería que el sonido y sobre todo los contenidos estuvieran a la altura de una emisora cívica y cultural, que es lo que ha caracterizado a Ondas del Tonusco.
Pese a esa rigurosidad, en él afloró su carácter noble y su espíritu de maestro, pues siempre mostró su disposición de enseñar su arte a las nuevas generaciones.
De hecho, alguna vez señaló que: “Lo que siempre hemos proyectado con esta estación de radio, es que sirva como escuela para muchos jóvenes que están explorando su proyecto de vida.
Por ello, más que ser un director, fue como un padre y un maestro de la radio, tal y como lo señaló Olivier Ortiz, asistente administrativo de este medio de comunicación. “En efecto, Don Pedro era como un padre; en realidad nos trataba a todos de una manera muy paternal y siempre desde un punto de vista formativo; siempre era explicando cómo hacer las cosas, y la frasecita que casi siempre él usaba era: “no es para enseñarles sino para que aprendan”.
Agrega que Don Pedro era un hombre que respiraba radio las 24 horas del día; era su gran pasión a la que le dedicó más de un cuarto de vida. No en vano Olivier dice que él era la radio misma, ya que su vida entera la dedicó a este oficio de la comunicación. “Él enfatizaba mucho en la importancia de la radio comunitaria para mantener a la audiencia bien informada; decía mucho que la radio no estaba hecha para promocionar artistas, sino que para informar a la comunidad”.
SE ENTREGÓ CON ALMA, VIDA Y SOMBRERO
Por su parte su amigo de mil batallas, el locutor y operador de audio Julio Cesar Palacio Villa, rememora cómo fue que se enamoró de las ondas hertzianas. “Yo comencé a trabajar con él en 1975 en el colegio San Luis Gonzaga; la emisora se llamaba RCA, Radio Cultural de Antioquia, y después ya en tiempo más cercano con Ondas del Tonusco.
Fue tanto el amor que este hombre tuvo por la radio, que muchas noches y madrugadas se quedaba solo en sus estudios adelantando la programación musical del día siguiente, tal y como lo recuerda Palacio Villa. “Don Pedro se entregó con alma, vida y sombrero a la radio; tan es así que yo llegaba aquí a las 4:30 de la mañana a hacer el turno de la emisora en la mañana, y él estaba todavía pegado de la consola; recuerdo que yo le decía, Don Pedro váyase a descansar, respondiéndome que aún no había terminado el trabajo; por eso digo que se entregó con alma, vida y sombrero a la radio.
ALCALDÍA HONRÓ SU LEGADO
Mediante la Resolución Nº 718 del 14 de septiembre de 2024, la Alcaldía Municipal y su equipo de trabajo lamentaron el fallecimiento de este gran líder de la radio santafereña, al decir que con su muerte, la historia de la radiodifusión se partía en dos: antes de su llegada y después de su partida; además de saber que su ausencia generará un enorme vacío, pues ya no tendremos al señor serio, de temple fuerte; al señor responsable que todos respetaban, y al maestro de la locución santafereña por donde pasaron muchos de nuestros muchachos que hoy son amantes a este bello arte, gracias a lo enseñado por él.
La citada Resolución extendió un saludo de condolencia a su esposa María Rosario, a su hijo Pedro Antonio, a su adorada nieta Nataly, y demás familiares y amigos, por la pérdida irreparable de su ser querido, a la vez que elevó una oración a Dios Todopoderoso por su eterno descanso.
Como se sabe, sus honras fúnebres de cuerpo presente se llevaron a cabo el viernes 14 de septiembre en el templo de Jesús Nazareno en Medellín, y luego de su cremación se ofreció una misa funeral la tarde del domingo 15 en la Catedral Basílica Metropolitana de Santa Fe de Antioquia, a la que asistieron familias y amigos del finado, que al final lo despidieron con sendos discursos desde el altar de la Catedral.
Paz en la tumba pues de este buen hombre que hizo de la radio su proyecto de vida.