El título de este articulo nada tiene de retórico, rimbombante o ampuloso, aunque se puede correr el riesgo de escribir de manera subjetiva, y más aún cuando los que nos atrevemos a acometer poesía nos damos ciertas licencias con la metáfora.

Sin embargo, hoy nos aventuramos desde nuestra óptica periodística a darle un sentido simbólico al punto en la tierra donde orgullosamente hemos nacido, sustentando esta visión en los atributos geográficos y naturales que respaldan ese ambicioso y hasta pedante titular: “Santa Fe de Antioquia, en el corazón de Antioquia, Colombia y América”.

Y es que tal afirmación resulta de observar a simple vista el globo terráqueo, y sobre todo esta parte del mundo donde se encuentra la llamada Ciudad Madre (por ser la génesis de Antioquia), que a ojo de buen cubero sería el mismo corazón del departamento, el país y el continente, porque si tomáramos un mapa y lo asemejáramos con el organismo humano, se advertiría fácilmente que este municipio se localiza en la zona nor occidental del territorio antioqueño; lo mismo ocurre cuando se amplía el mapa de Colombia y vemos a Antioquia en el mismo ángulo descrito anteriormente.

Y si nos vamos más allá y ampliamos el espectro territorial y miramos en conjunto el mapa americano, en esa misma dirección también podríamos señalar que Santa Fe de Antioquia, Antioquia y Colombia están en el corazón del continente, donde la cabeza es norte américa y el cuello centro américa.

Muchos podrán estar de acuerdo o no con este “arbitrario” enfoque que de cierta manera interpreta la morfología de nuestro continente, donde por supuesto las coordenadas no apuntan con milimétrica exactitud a ese núcleo descrito; no obstante como se observa en el atlas, no es una mirada amañada ni está lejos de la realidad, pues tiene su asidero en una clara y evidente posición geográfica que está a ojos vista como ya se ha reiterado.

LA VIDA QUE PALPITA EN ESE CORAZÓN

Pero hay algo más que nos enorgullece, y es que esta privilegiada ubicación geográfica viene acompañada de otro gran corazón, un plus y un valor agregado que con sus latidos le da vida al planeta: su exuberante naturaleza que ubica a Colombia como el segundo país más biodiverso del mundo (después de Brasil) en variedad de plantas, anfibios, mariposas y peces de agua dulce, y el primero en especies de aves y orquídeas.
Precisamente este año y por cuarta ocasión consecutiva, Colombia volvió a llevarse el primer puesto en el Global Big Day, competencia internacional de conteo de aves que organiza el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell con expertos y aficionados a nivel mundial. Allí nuestro país contabilizó un total de 1.440 especies observadas, superando a Perú que sumó 1.127 aves, Ecuador 1.021 y Brasil con 942, entre otros.
Sorprende además que de las 1.440 aves observadas en nuestro suelo, sea el departamento de Antioquia donde más se registraron: 600 especies, seguido del Valle del Cauca con 548 especies; Meta, con 532, y Caldas y Cundinamarca, con 505 cada una, entre otras 27 regiones más.
Como se evidencia, Antioquia no solo se sitúa en el corazón geográfico de América, sino el centro regional donde más pájaros habitan en Colombia y en todo el planeta, tal y como lo muestran estas cifras, un privilegio que no es gratuito, teniendo en cuenta que somos el único país en Suramérica con dos mares, con tres cadenas montañosas paralelas entre sí, y una parte de la gran amazonia, sin duda todo un paraíso terrenal.
Como lo proyectarán en 1998 un grupo de empresarios antioqueños en su Visión Antioquia siglo 21: “En el año 2020: “Antioquia será la mejor esquina de América, justa, pacifica, educada, pujante y en armonía con la naturaleza”, hoy también podemos afirmar con orgullo que no solo estamos en la mejor esquina, sino que desde Colombia y Antioquia, y por supuesto desde Santa Fe de Antioquia, el corazón natural de este gran continente americano trina y palpita desde estas latitudes montañosas.