Tras ocho meses del cierre del puente de Occidente debido al cambio de madera y a un reforzamiento estructural, la Gobernación de Antioquia a través de la Secretaría de Infraestructura Física, habilitó el pasado martes 28 de mayo el tránsito para vehículos livianos (mototaxis y motocicletas) por su tablero central y el paso en uno de sus pasadizos peatonales.
Durante ese tiempo, la citada Secretaría adelantó un exhaustivo mantenimiento a la estructura de madera y de metal, especialmente en el carril vehicular central, en donde se cambió toda la madera, tornillos y pernos. Adicionalmente, se realizó un arriostramiento (refuerzo y estabilización de la estructura) para confinar la madera y evitar que se deteriore.
La reapertura del Puente de Occidente sobre el río Cauca permitirá que la comunidad de municipios como Olaya, Liborina y Sabanalarga, accedan con más rapidez al intercambio social y comercial con municipios como Santa Fe de Antioquia, donde se encuentra el hospital de segundo nivel, sin tener que usar la vía alterna (más de 60 km); además facilitará el desplazamiento de los estudiantes y reactivará el turismo en esta zona del Occidente del departamento.
ESTABLIDAD AL PASAR
En una visita ocular que adelantó recientemente EL SANTAFEREÑO por la nueva restauración, se puede apreciar la estabilidad del tablero central, el cual quedó tan reforzado, que ni se siente al pasar a pie o en vehículo. A propósito, uno de los obreros que trabaja en la culminación de los trabajos del pasadizo peatonal derecho, informó que para que esa estabilidad se mantenga en el tiempo, se recomienda que las mototaxis y motocicletas anden con cuidado por los menos a 20 kilómetros por hora, y no a 50 y 60, tal y como sucede con algunos conductores inescrupulosos. Y es que a la larga, esas velocidades exageradas son las que más afectan las tablas y toda la tornillería. Además, se recuerda a los usuarios del puente, que por el mismo no se permitirá el tránsito de carga pesada.
VIDA SOCIAL Y COMERCIO SE REACTIVAN
Conocida la noticia de la reapertura del viaducto, Don Ismael Lora, quien tiene una heladería al otro lado del puente, junto a la casa de máquinas, manifestó sentirse satisfecho con los trabajos de restauración de esta joya de la ingeniería antioqueña.
“Este es un alivio muy grande, no tanto para el comercio como para toda la gente del común que estudia o trabaja en Santa Fe de Antioquia, en Olaya, Liborina y Sabanalarga (y viceversa), porque tenían unos sobrecostos, prácticamente diario en sus desplazamientos, pagando pasajes de $24.000, ida y regreso”.
Confía en que igualmente el comercio y el turismo se reactiven después de 8 meses del cierre obligado del puente colgante, cierre que redujo hasta en un 70% las ventas alrededor del complejo turístico.
Preguntado sobre esta nueva restauración, Don Ismael señaló que, si bien los materiales y el trabajo como tal fueron los adecuados, el gran reto que tiene ahora la Gobernación es que no abandone el puente a su suerte, y que por los menos cada seis meses (como lo indica el manual del contrato) le hagan trabajos de mantenimiento para que no se siga repitiendo la historia.
Por ultimo llamó la atención sobre el estado de postración en el que hoy se encuentra el llamado Camping de Occidente, que hoy luce con sus paredes derruidas y totalmente desvalijado, puesto que a la final el Departamento (dueño de la edificación) no le puso vigilancia a esta infraestructura en los últimos años.
Por ello hizo un llamado a las autoridades departamentales para que recuperen este espacio que tuvo su época de oro en los años 80 del siglo pasado cuando lo administró la desaparecida Turantioquia.