A todo tren marchan los trabajos en las autopistas de la prosperidad entre Cañasgordas y Dabeiba. Y es que túneles como el del Toyo y Fuemia presentan un avance significativo en medio de la pandemia. Así lo pudo constatar EL OCCIDENTAL durante un recorrido ocular que hizo por la zona que hoy está poblada de obreros, ingenieros y maquinaria pesada.

Don Gonzalo Mejía, el visionario empresario que emprendió la tarea titánica de conectar a Medellín con el mar Caribe de Antioquia, nunca se imaginó que su gran sueño se acabaría de cumplir casi un siglo después de que diera el banderazo inicial en 1926, en el sector de Robledo.

Decimos que un siglo después, pues si bien la vía al mar se inauguró en 1955 por el entonces presidente, el General Gustavo Rojas Pinilla, por más de 50 años fue una verdadera trocha, tal y como la llamaban los mismos conductores que temían pasar por cañones como el de La Llorona, entre Dabeiba y Mutatá.

De acuerdo con los registros históricos, el impulso más decidido para terminar la carretera hacia Urabá se dio en 1983 durante la administración del Presidente Belisario Betancur, cuando se diseñaron las obras de ampliación, rectificación y pavimentación en diez tramos. Desde ese Gobierno y en los sucesivos, se invirtieron en el proyecto un total de 450 mil millones de pesos, correspondiéndole a la administración de Cesar Gaviria, la construcción del Túnel de la Llorona, en un sector que era el máximo escollo para el tránsito de vehículos.

No obstante todos estos avatares gubernamentales, fue solo en el ultimo periodo de gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez cuando se comenzó a hablar de las Autopistas de la Montaña, nombre que cambiaría después el presidente Santos por el de las Autopistas de las Prosperidad, o vías de cuarta generación, que para el caso del Occidente y el Urabá, se dividen en los tramos Mar 1 y Mar 2.

Precisamente EL OCCIDENTAL visitó recientemente este segmento vial, más ahora cuando se le ha dado luz verde al tramo entre Santa Fe de Antioquia y el portal del Túnel del Toyo en jurisdicción de Giraldo, gracias a los 1.4 billones que destinará la Nación para su construcción. Según Invias, el proyecto del tramo 2 terminaría su estructuración antes de finalizar el año, y su licitación se daría a partir del 2021.

EL 2020, UN AÑO DE RÉCORDS

Cabe recordar que el tramo 1 ya lo ejecutan la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín, tramo que contempla 7 túneles, 16 puentes y 4,4 kilómetros de vías. Entre tanto el Tramo 2 corresponde al Gobierno Nacional, y allí se construirán 12,5 kilómetros de vías, 11 túneles y 13 puentes.

De esos 18 túneles que estarán distribuidos a lo largo del proyecto, el Túnel Guillermo Gaviria Echeverri se proyecta como la obra más importante del corredor vial que conectará a Medellín con Urabá. Con 9,73 kilómetros se convertirá en el túnel carretero de mayor longitud en América. Esta obra se encuentra ubicada en el Tramo 1, y su construcción se lleva a cabo desde los portales, Giraldo y Cañasgordas, ubicados en esos mismos municipios. Hasta la fecha, su porcentaje de avance es del 38%.

También es importante resaltar que de los 9,73 kilómetros de longitud que tendrá, se han excavado a la fecha 3.963 metros, distribuidos de la siguiente forma: 1.993,3 metros de avance por el portal Giraldo, y 1.995,7 metros de avance por el portal Cañasgordas. Según datos y cifras de la Secretaría de Infraestructura Física del Departamento, desde que se inició la etapa constructiva del proyecto en enero de 2018, los logros de este año, están convirtiendo los avances en verdaderos récords. Veamos:

  • Julio de 2020 se consolidó como el mes de mayor avance en la historia constructiva del túnel GGE con 305 metros de excavación.
  • En ese mismo mes se superó la tercera parte de su excavación total: 3.243 metros.
  • El cale se tiene proyectado para el segundo semestre de 2022, es decir el encuentro de estos dos frentes de excavación.
  • Paralelamente se construye la galería de rescate, que tendrá la misma longitud del túnel principal y con el que se comunicará por medio de conexiones vehiculares y peatonales. Allí se tienen 3.989 metros excavados y las labores subterráneas también se adelantan desde los portales ubicados en esos mismos municipios del Occidente antioqueño. En esta galería, el mes de mayor rendimiento fue febrero de 2020 con 323,8 metros excavados.
  • Otra de las obras que actualmente se lleva a cabo es el túnel 15-16, donde se han excavado 1.050 metros de los 1.073 que tendrá de longitud total.

TÚNEL DE FUEMIA

Igualmente cabe recordar, que desde el pasado mes de julio, las obras del túnel de Fuemia, el más largo del proyecto Autopista al Mar 2, reactivó sus obras luego de varios meses de parálisis generado por la pandemia del Covid-19.

El túnel tendrá una longitud de 2,2 kilómetros y está ubicado en la nueva vía que se construye entre Uramita y Dabeiba.
De acuerdo con la ANI, el túnel estará conformado por una calzada de dos carriles bidireccionales y un túnel de escape paralelo de emergencia conectado por 4 galerías.

Luis Eduardo Gutiérrez, vicepresidente de Gestión Contractual de la ANI, destacó que "pese a la suspensión por la pandemia, ya está el portal de salida del túnel y se trabaja en la excavación subterránea del túnel principal, el cual lleva una longitud excavada de 83,70 metros de 2.180 metros. Adicionalmente, en el túnel de escape se registra un avance de 126,50 metros de 2.180 metros. En cuanto a la excavación subterránea del túnel ventana, a la fecha, se llevan 75,50 metros de los 150 metros que se deben adelantar”.

Gutiérrez agregó que esto es un avance significativo en momentos de emergencia sanitaria. De hecho, anunció que se vienen tomando todas las medidas de bioseguridad en los trabajos, tales como el distanciamiento social, la reducción del tamaño de las cuadrillas y el frecuente lavado de manos, pues la prioridad es garantizar la salud de todos sus trabajadores”.

Como se observa pues, ni la pandemia, ni el invierno que este año ha azotado a buena parte de la región, ni la limitación de algunos recursos, han hecho que estas megas obras viales se hayan paralizado, sino que por el contrario marchen a todo tren.