No queremos que se repita en el occidente antioqueño, lo que acontece en el departamento de la guajira y en el bajo cauca, de nuestro departamento. deseamos que las gananciales de las empresas mineras sean justamente compartidas con el progreso social y ambiental.
Por: Mons. IGNACIO GÓMEZ ARISTIZÁBAL - Arzobispo Emérito de Santa Fe de Antioquia
Para que el Occidente Antioqueño no incurra en la frustración de los proyectos mineros del Departamento de la Guajira y del bajo Cauca Antioqueño, y otros lugares, es necesario considerar nuestras situaciones y llevar a cabo ciertas acciones de progreso, caminando por los senderos de la verdad, de la justicia y sobre todo del amor cristiano que nos lleva a la tan anhelada paz.
1° QUÉ PASA EN LA GUAJIRA.
La situación de subdesarrollo que padece este Departamento, “No se puede entender, sin tener en cuenta la historia de la explotación del carbón y el gas, que comenzó hace más de 50 años, en la región”, afirma Sandra Rátiva, ambientalista e investigadora sobre temas de energía. Al comienzo, la exploración y explotación del carbón y del gas fueron vistas con gran esperanza por las comunidades de la región. La posibilidad de contar con una compensación por los territorios convertidos en minas, sumada a las oportunidades de empleo en el proyecto, permitieron que, por muchos años, se contara con una especie de licencia social.
“Con el paso del tiempo, y a medida que la propiedad de la Empresa fue pasando a manos de capitales privados, la conflictividad social y ambiental ha ido aumentando por cuenta del desbalance entre los beneficios percibidos y los impactos negativos asumidos. Pese a la incontable riqueza que se extrae de estos territorios, la Guajira ostenta algunos de los peores indicadores sociales y ambientales en Colombia”.
“De acuerdo con un reporte de la Cámara de Comercio de La Guajira, mientras el 46 por ciento del Producto interno bruto depende de la explotación de minas y canteras, el índice de pobreza medido en términos monetarios es de 67,4%, el más alto del país junto a Chocó”. Así las cosas, “es claro que el modelo minero energético que se ha implementado en esta región no ha significado bienestar o elevación de la calidad de vida para la mayor parte de la población. Al contrario, ha generado decadencia, pobreza, miseria, conflictividad y desastres ambientales”. (Tomado de la Revista Semana 31 de Julio al 5 de agosto 2.023 en su Cartilla complementaria, denominada Sostenible Pág. 53) Queremos que en el Occidente Antioqueño no recorramos los mismos procesos de La Guajira.
2° QUÉ PASA EN EL BAJO CAUCA.
“La región del Bajo Cauca es escenario del desarrollo ganadero y minero de Antioquia”.
“La minería aurífera en el Bajo Cauca es heterogénea. Están los campesinos que ejercen la minería artesanal y el barequeo, para quienes la minería es estacional y no es su única actividad. Están quienes trabajan con minidragas y con dragas”). (Tomado de Gouble) “En los municipios de Zaragoza, El Bagre y Nechí, el principal referente de la minería es la Empresa Mineros S. A.” (Antes, Mineros de Antioquia) (Tomado de Gooble).
(Los datos siguientes son tomados de la Revista Semana, 18 a 25 de marzo 2.023. Pag.42) “La Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia reconoce que la Minería ilegal está desbordada y no hay control sobre los fantasmas que están devorando la tierra. La minería ilegal sería la responsable de la deforestación de 30.000 hectáreas en la última década”.
A pesar de la larga trayectoria histórica de la Minería en el Bajo Cauca Antioqueño, ella no ha sido un contribuyente en la elevación del nivel de vida de la población, pues según los números de la Gobernación de Antioquia, el 38% de la población no tiene buena calidad de vida. Y la parte ambiental es igualmente desastrosa, pues el Señor Gobernador de Antioquia, durante el reciente paro minero y después de una reunión con personas muy conocedoras de la situación, exclamó: “Esta es la destrucción ambiental más grande de la historia de Antioquia”. Por tanto, el Occidente Antioqueño no puede repetir la misma suerte de la población del Bajo Cauca Antioqueño.
3° QUÉ PASA EN AMÉRICA LATINA.
Esta dolorosa situación no se está dando únicamente en Colombia sino también en toda América Latina y el Caribe, a la cual se refirió el Episcopado Latino Americano, reunido en Brasil en su V Conferencia General en el mes de mayo del año 2007. En su Documento final los Obispos se quejan sobre esta situación cuando en el N° 473, dicen: “La riqueza natural de América Latina y del Caribe experimentan hoy una explotación irracional que va dejando una estela de dilapidación e incluso de muerte, por toda nuestra región. En todo este proceso, tiene una enorme responsabilidad el actual modelo económico que privilegia el desmedido afán por la riqueza, por encima de la vida de las personas y de los pueblos y del respeto racional de la naturaleza. La devastación de nuestros bosques y de la biodiversidad mediante una actitud de predatoria y egoísta, involucra la responsabilidad moral de quienes la promueven, porque ponen en peligro la vida de millones de personas y en especial el hábitat de los campesinos e indígenas, quienes son expulsados hacia las tierras de ladera y hacia las grandes ciudades, para vivir hacinados en los cinturones de miseria”. (473)
La Minería en el Occidente antioqueño, en su extensión territorial, es relativamente nueva. Hacia el año 2009 comencé a sentir anuncios de Minería aurífera a gran escala para el Occidente Antioqueño con la llegada de la Continental Gold, ahora Zijin, con la instalación de las maquinarias para una producción principalmente aurífera, subterránea y a gran escala en Buriticá y con licencia ambiental concedida por la ANLA, para explorar y explotar además en los territorios que configuran los municipios de Santa Fe de Antioquia, Giraldo y Cañasgordas. Poco después se supo que en Anzá otra institución de vocación minera estaba iniciando trabajos. Igualmente, en Dabeiba y Frontino, donde, desde tiempos anteriores, ya existía una explotación de oro ancestral y artesanal. Así las cosas, el mapa del Occidente Antioqueño se revistió del color amarillo propio del oro, en muy pocos años, oro tan codiciado en todos los tiempos de la Historia y con una apetencia revivida desde los primeros años del siglo 21, por los altos precios económicos adquiridos.
5° LA PROPUESTA DE ACCIÓN.
El camino es institucionalizar la voz del pueblo o sea constituir pequeñas organizaciones sociales y federadas, que bien podrían ser las Juntas de Acción Comunal que ahora está como adormecidas, cuyas voces puedan llegar a un Comité Central, y a las cuales se unan las instituciones existentes: Administraciones Municipales y Parroquiales cuando sea el caso, para crear un sujeto válido dialogante con las instituciones, y principalmente con las Compañías Mineras. El Episcopado Latino-Americano reunido en la ciudad de Aparecida (Brasil), en su Documento final, nos muestra un camino a seguir cuando dice: ”Buscar un camino de desarrollo alternativo, integral y solidario, basado en una ética que incluya la responsabilidad por una auténtica ecología natural y humana, que se fundamente en el Evangelio de la Justicia, la solidaridad y el destino universal de los bienes y que supere la lógica utilitarista e individualista, que no somete a criterios éticos los poderes económicos y tecnológicos. Por tanto, alentar a nuestros campesinos, a que se organicen de tal manera que puedan lograr su justo reclamo”. (Aparecida N°474, C.
6° UNA EXPERIENCIA INTERESANTE QUE ARROJA LUZ.
Cuando Empresas Públicas de Medellín tomaron la determinación de construir la Represa Hidroeléctrica Peñol-Guatapé, la comunidad peñolense era la más afectada, ya que se trataba de la inundación de toda la cabecera. En aquel entonces el Párroco Padre Alberto Henao fue incansable en fomentar la unidad y a constituirse en organizaciones cuya vocería llegara a un Comité Central que entablara un diálogo con las Empresas Públicas de Medellín y concretara un “Contrato Maestro”, en el cual se estipularan los compromisos de indemnización por parte de las Empresas Públicas de Medellín, tanto en lo que se refiere a la comunidad, como a la Institución municipal y parroquial. Y efectivamente, el Contrato Maestro se elaboró y se elevó a nivel de Escritura Pública y las distintas acciones se fueron dando de una manera tal que las indemnizaciones se fueron dando gradualmente, ya todos sabían a qué atenerse, y se evitaron las acciones inoportunas de grupos ideologizado. El padre Francisco Ocampo y el sociólogo y jurista Juan Fernando Meza y otras personas, fueron los arquitectos de la elaboración del Proyecto del Contrato Maestro, para ser discutido con las Empresas Públicas de Medellín y a cuya luz se caminó y se camina.
7° POSIBLES ACCIONES PARA REALIZAR EN EL OCCIDENTE ANTIOQUEÑO POR PARTE DE LOS DISTINTOS AGENTES.
- Primero que todo, impregnar de Espíritu Cristiano y formar a los agentes y pueblo de Dios en el conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia, de cara a la situación minera de la región.
- Con conocimiento de las realizaciones que ha llevado a cabo Continental Gold y la Zijin, publicadas en el periódico el Buritiqueño, conversar con los directivos de la Zijin y las otras Compañías, en el momento que se juzgue oportuno, sobre la conveniencia de un Contrato Maestro o el nombre que se le quiera dar, sobre indemnizaciones y para una duración de 10 o más años y con el ánimo de elaborar otro, terminado el primero.
- Pensar en un instrumento de Monitoreo sobre el cumplimiento de los compromisos adquiridos ante la ANLA (Autoridad Nacional Licencias Ambientales), por las Instituciones Mineras y los referentes a los compromisos locales. De no ser así, posiblemente no estaríamos hablando sobre términos objetivos y reales.