En los últimos 15 días la escena recurrente en la Plaza Mayor de Bolívar de Santa Fe de Antioquia es el desmonte de todo el inmobiliario de los negocios por parte de sus propietarios. Cansados de pagar arriendo, impuestos y servicios públicos, y ante la prolongación de la cuarentena para el sector social, no tuvieron otro camino que cerrar sus puertas.

Luego de más de dos meses de inactividad económica, la cuarentena decretada por el gobierno para contener la propagación del coronavirus, empezó a hacer estragos en el comercio de Santa Fe de Antioquia.

Y es que pese a la reapertura gradual de algunos sectores productivos y establecimientos comerciales que hasta la fecha han venido cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad, el sector de entretenimiento representado por las heladerías, bares y discotecas no aguanto más, teniendo en cuenta que lo último que se abrirá será la vida social.

Así se evidencia hoy tras el cierre paulatino de varios establecimientos comerciales de la plaza Mayor de Bolívar, y de algunos otros negocios ubicados en la zona urbana de la Ciudad Madre. El pago de los arriendos y de los servicios públicos hicieron insostenible la continuidad de algunos negocios que por varios años operaron en el centro de la ciudad.

En un recorrido que hizo EL SANTAFEREÑO por el parque principal, se pudo establecer que son cerca de seis los negocios que cerraron sus puertas, entre ellos la Discoteca Escorpión, Heladería Santorini, Heladería Tamarindo Ice, Heladería El Portón de Antioquia (contiguo al Pielroja), Almacén Alejita, y Dulce Candelaria, ubicada a una cuadra arriba del parque principal. A eso se suma el cierre de algunos negocios más ubicados en el sector de la variante, especialmente las discotecas que funcionaban cerca de la terminal de transporte.

QUÉ DICEN LOS COMERCIANTES

En dialogo con EL SANTAFEREÑO, Alba Brand, propietaria de la heladería Tamarindo Ice, afirma que como ella, muchos comerciantes estaban reventados por la cuarentena, máxime que fueron ellos los primeros en cerrar y muy seguramente los últimos a los que se le permitiría abrir. “No se pudo llegar a acuerdos con los arrendatarios y nos tocó cerrar lamentablemente”, precisó.

Por su parte la señora Chinca Escobar, de la heladería Santorini, le pidió una mano a la administración municipal para que lo menos no les cobren a los comerciantes el impuesto de industria y comercio de los meses de abril y mayo, porque prácticamente las ventas han sido casi nulas.

Otro de los comerciantes que tuvo que echarle candado a su establecimiento después de casi 8 años de permanencia en el parque principal, fue el señor Ober Asdrúbal Rivera, de la heladería El Portón de Antioquia, quien no aguantó más la llegada de recibos de impuestos y servicios públicos, fuera del pago del arriendo cada mes.
Pero no solo el comercio está padeciendo los estragos del Covid 19, también la crisis se viene sintiendo con rigor en el sector hotelero, máxime que gran parte de nuestra población vive del turismo. Al respecto Carlos Mario Aguinaga Ocampo, gerente del Hotel Caserón del Parque se mostró preocupado por las obligaciones que como empresario del turismo tiene que asumir con sus empleados y proveedores; “Ya vamos a llegar a junio y esta es la hora que no hemos recibido parte de los incentivos que anunció el gobierno nacional para nuestro sector; de continuar así, la industria hotelera y del turismo será una de las que más va a sufrir los embates de esta pandemia”, aseguró Aguinaga Ocampo.

Pese al oscuro panorama que hoy se cierne sobre el comercio y el turismo, la Alcaldía Municipal anunció recientemente un plan de reactivación económica que incluye un decálogo de estrategias, con miras a recuperar buena parte de las actividades económicas y productivas de nuestro municipio (ver las páginas centrales, en la sección “Desde la Administración Municipal”).