Muchos santuarios de la naturaleza han estado conservados hasta nuestros días gracias a las distancias y los difíciles accesos. Un ejemplo maravilloso es la serranía de Chibiriquete, un tesoro colombiano declarado por la UNESCO hace menos de dos años como patrimonio MIXTO (natural y cultural) de la humanidad, este inmenso territorio ha estado conservado gracias a que fue “redescubierto” hace muy poco. Apenas en 1.987, cuando el antropólogo Carlos Castaño Uribe debió desviar la ruta de la avioneta en la que viajaba por cuenta de una tormenta y avistó estas formaciones rocosas extrañas y milenarias desconocidas, así que fue en esa circunstancia no planificada cuando el “hombre moderno” vio por primera vez semejante tesoro mundial.

El Dr. Castaño Uribe, quien en la fecha de su descubrimiento era el director de parques nacionales guardó por años, con celoso secreto entre su equipo de trabajo este hallazgo desconocido por todo el mundo excepto por los ancestros y comunidades indígenas milenarias que aún lo siguen habitando y frecuentando como territorio sagrado, como la gran maloca del jaguar, pues entre otras particularidades únicas, está ubicado en el centro del planeta donde es atravesado por la línea ecuatorial.

A pesar de tener la protección del Estado y la UNESCO, el gran riesgo para estos lugares sagrados e intactos es saber de ellos por las personas incorrectas, en el caso particular del Chibiriquete, al ser un lugar ya reconocido y difundido, se empiezan a gestar visitas turísticas no autorizadas, y se acercan cada vez más las explotaciones ganaderas, mineras y todos los males que “la modernidad” conlleva.

EN EL OCCIDENTE ESTAMOS RODEADOS DE “PEQUEÑOS CHIRIBIQUETES”.

Lugares naturales, intactos, que por su belleza parecieran sagrados; es el caso del charco llamado tradicionalmente como “Pozo del Ángel”, un lugar poco conocido, al menos por las nuevas generaciones, pues cuentan algunos adolescentes de las décadas de los 70`s y 80`s que era uno de los lugares preferidos para ir los fines de semana a hacer sus actividades recreativas.

El “Pozo del Ángel”, el tercer charco que se encuentra caño arriba de la quebrada La Contadora, los otros dos sitios más abajo de allí se conocen como “El Encajonado” y “El Diablo”, El Pozo del Ángel,  es un pequeño lugar lleno de belleza natural en medio de particulares formaciones rocosas y un manantial de agua clara y fresca, toda una tentación en medio de los calores de Santa Fe de Antioquia.

Si bien, podría ser un gran antojo ir a darse un chapuzón en aguas frescas y tomarse unas fotos para aumentar tus likes, es importante anotar que el acceso al sitio es complicado y agreste, pues toca ir por trochas, escalar por rocas a través de sogas con riesgos de accidentes de caídas y ahogamiento (el pozo es profundo), sin mencionar el calor y fatiga en el trayecto. A pesar de esto, no ha sido impedimento para que muchas personas lo frecuenten y lo disfruten, pero esta situación se está volviendo desafortunada, pues algunos van con mecato en sus mochilas dejando empaques, basuras y plásticos en la montaña; algunos se les ocurre hacer sancocho en lugares de conservación natural, si bien, es un excelente plan visitar y conocer las maravillas de la naturaleza en nuestra zona, es IMPORTANTE HACERLO CON RESPONSABILIDAD Y CONSCIENCIA.

Si deseas visitar este lugar atiende estas recomendaciones mínimas:

  • Lo primero es esperar a que la emergencia sanitaria termine para programar tu ida.
  • No ir con grupos grandes, pues el lugar es pequeño. Jamás vayas sol@.
  • Indumentaria cómoda. Hidratación
  • No hacer sancochos ni fogatas.
  • Trae todo lo que lleves, incluyendo empaques, basuras y desperdicios (en especial plásticos, botellas y objetos no biodegradables).
  • Sea prudente y respete los peligros del agua. No se lance de sitios altos ni ingrese al agua sino sabe nadar.
  • Lo que encuentres allí, déjalo allí. Respeta animales, plantas y otros recursos que pertenecen al lugar.
  • Excelente actitud natural y conservacionista.

CRÉDITOS. Este artículo fue escrito con información suministrada de la profe Adriana Restrepo y su facebook.

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