A la edad de 84 años murió en Medellin el señor Ramiro Echeverry Villegas, quien en los últimos 20 años prestó sus servicios como arquitecto en Santa Fe de Antioquia.
“Echeverry”, como se le decía cariñosamente, fue un apreciado personaje que desde su llegada a la ciudad en los primeros años del 2000 se granjeó la simpatía de los santafereños, pues siempre estuvo vinculado en los temas cívicos, culturales e históricos de la ciudad, al lado de amigos inolvidables como Samuel de J. Cano y Rodorigo Angulo Pizarro, hoy desaparecidos.
Una enfermedad terminal que lo aquejaba desde hacía meses fue minando sus fuerzas y su salud, hasta que el día martes 11 de mayo, a las 10 de la mañana falleció en la clínica Medellín.
Sus exequias se cumplieron al día siguiente con una misa a las 11 a.m. en la parroquia Santa María de los Ángeles de la capital antioqueña.
Para honrar su memoria, la Alcaldía Municipal expresó en un obituario, que: “Echeverry Villegas fue un arquitecto reconocido, miembro honorifico del Centro de Historia de la Ciudad Madre, quien además se caracterizó por ser un hombre cívico, gentil, y muy profesional”.
Por su parte la familia, acongojada por la perdida de su ser querido, lamentó su partida con el siguiente mensaje: “La familia Echeverri Ospina, y en nombre de sus hijos: Juan Luis Echeverri Ospina, Señora e Hijos, Alejandro Echeverri Ospina, Señora e Hijos, Sergio Echeverri Ospina, Señora e Hijos y Daniel Echeverri Ospina, lamentan el fallecimiento de su Padre, Abuelo y Suegro. “Echeverri” como cariñosamente le decían en su Ciudad Madre, fue un hombre con una inteligencia única y una creatividad admirable. Con mucha profesionalidad y ética, ejerció como arquitecto constructor y urbanista por los últimos 62 años, de una manera intachable; así mismo, le aportó y apostó al desarrollo del departamento de Antioquia y por los últimos 20 años a su Santa Fe de Antioquia, terruño querido, con un amor incondicional por el urbanismo y desarrollo, y una devoción y convicción absoluta por la cultura y la historia. Paz en su tumba y un agradecimiento eterno por su legado, por su transparencia, su cultura, por su amistad, pero sobre todo por su amor incondicional.
Sus Hijos, familia y amigos”.