Por: Iván de J. Guzmán López. | Periodista – Escritor
Es tarea insoslayable de quienes nacimos en Occidente – y en general de quienes aman a Occidente- su defensa permanente, el trabajar por la región, o, al menos, ponderar y apoyar todo esfuerzo que se haga para hacer que ella crezca en su nivel cultural, ambiental, social o económico. En una palabra, trabajar incansablemente para lograr el bienestar de nuestros paisanos. Paisanos todos, que es como siento a mis amigos de cualquiera de nuestros municipios, valga decir de Abriaquí, Anzá, Armenia, Buriticá, Caicedo, Cañasgordas, Dabeiba, Ebéjico, Frontino, Giraldo, Heliconia, Olaya, Peque, Sabanalarga, Uramita, San Jerónimo, Santa Fe de Antioquia, Sopetrán y Liborina, mi patria chica.
Por tal motivo, no puedo dejar pasar la noticia que nos ofreció mi colega, el periodista económico Ferney Arias Jiménez, de nuestro diario El Colombiano, el día 13 de octubre de 2020, y que tituló justamente: Caficultores del Occidente recibieron un laboratorio. Pero no se crea que fue un laboratorio de aquello que sabemos y que tanto mal le viene causando al país desde 1978; no. Se trata de un laboratorio que recibieron seis unidades productivas cafeteras e igual número de líderes productores del Occidente antioqueño para examinar sus perfiles de taza.
Se trata de un programa adscrito al proyecto Oportunidades Productivas, Legales y Sostenibles (OPLS) ejecutado por la empresa minera Zijin-Continental Gold y la Cámara de Comercio de Medellín. El programa OPLS acompañó a 15 unidades productivas, seis de ellas de café y nueve de otros sectores del agro del Occidente antioqueño.
Saludamos este tipo de iniciativas, más si parten de una minera como la Zijin-Continental Gold, afincada en nuestro Occidente y que, acorde al proceder histórico negativo de algunas de estas trasnacionales en Colombia, hacía que las viésemos con sospecha y, en el mejor de los casos, con beneficio de inventario. Sin duda, la vinculación decidida y benéfica de esta minera (al lado de nuestra tradicional Cámara de Comercio de Medellín) al desarrollo de Occidente, debe ser observada con buenos ojos.
En un artículo de opinión, publicado en un importante periódico (distinto a este), habíamos demostrado que el hambre se posiciona día a día en el mundo, como uno de los peores males de la humanidad. Y que, “según la Organización Mundial de la Salud, OMS, en su informe: “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, publicado el 13 de julio de 2020, se estima que casi 690 millones de personas pasaban hambre en 2019 (un aumento de 10 millones de personas desde 2018 y de casi 60 millones en cinco años)”. Según las previsiones del informe, la pandemia de Covid-19 podría provocar, a finales de 2020, un aumento de 130 millones en el número de personas afectadas por el hambre crónica en todo el mundo.
Referido a nuestro país, apuntábamos que “En Colombia, 10,8 % de los niños y niñas menores de 5 años sufren de desnutrición. Y que los menores de 18 años se alimentan básicamente con arroz, pasta, seguido por algunos tubérculos. La proteína de mayor consumo en este sector de la población es el huevo y en segundo lugar los granos secos, lo que agrava la curva de malnutrición.
Esta circunstancia me lleva a ponderar el complejo, ubicado justamente en nuestro querido Santa Fe de Antioquia, pues la entrega, como lo reseña el colega Arias Jiménez, “marcó el cierre del programa que durante un año acompañó a quince unidades productivas, seis de ellas de café y nueve de otros sectores del agro, como papa, panela, plátano y tomate, de los municipios de Santa Fe de Antioquia, Giraldo, Frontino, Cañasgordas y Buriticá”. Es decir, impacta directamente al 30% de nuestra región.
Subrayo los tres objetivos del programa, explicados por Edwin Santiago Rodríguez, jefe del Centro Empresarial Occidente de la Cámara de Comercio de Medellín, cuando expresó que “dicho programa tuvo tres objetivos: la construcción de una visión empresarial sostenible a largo plazo, la generación de valor del modelo de negocio, y el desarrollo de habilidades gerenciales para mejorar el desempeño de las unidades productivas. Esta alianza busca el desarrollo de territorios a partir de oportunidades para esos sectores agroeconómicos, es buscar un modelo social integrador con una visión empresarial para que estas pequeñas unidades productivas se adecúen a cadenas comerciales estables”. Este tipo de programas es, justamente, lo que Occidente estaba pidiendo a gritos.
Sólo me queda (como hijo de Occidente), agradecer a la Cámara de Comercio de Medellín y a la Zijin-Continental Gold, esta apuesta por el bienestar de nuestra región, e invitar a nuestro colega Ferney Arias Jiménez (oidor de tangos e ilusionado por una hermosa sonrisa de luna), para que venga a Occidente y haga realidad sus sueños al son de inolvidables tangos y de la vista plena de nuestra romántica luna colgada noche a noche en lo más alto de todos y cada uno de los 19 pueblos que conforman el cuerpo de nuestro de Occidente Medio.