Durante el acto de celebración de los 479 años de la ciudad el pasado 4 de diciembre, ceremonia que tuvieron lugar en la plaza Mayor de Bolívar, más concretamente a la entrada del Palacio Consistorial Juan Antonio Mon y Velarde, un personaje foráneo llamó la atención.
Se trató Edgar Dixon Ortiz Agudelo, un declamador y poeta residente en Medellín que invitó el alcalde Felipe Pardo Serna para que declamara un poema dedicado a la Ciudad Madre, el cual quedó estampado en una placa de aluminio ubicada a la entrada de la Alcaldía.
De los pergaminos que adornan a Ortiz Agudelo figuran los siguientes: Premio Nacional de Declamación, Primer Puesto, Titiribí, Antioquia, 2006. Premio Nacional de Declamación, Primer Puesto, Chinú, Córdoba, 2019, y Premio Nacional de Declamación, Primer Puesto, Ramiriquí, Boyacá, 2019, entre otros. Además es miembro de la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia SAYCO, y afiliado a la Asociación de Intérpretes y Productores Gobernación de Antioquia y el Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia.
Este es el poema en cuestión.
Antioquia la vieja
Por tus calles de piedra
entrelazadas por la hierba,
recorre el tiempo
toda una historia.
Tus hijos te cuidan
con celos de novio,
y el forastero
te mira y admira
con ojos de asombro
tu figura longeva,
acuarela sagrada.
y tú,
como dama preciosa
de corte y porte,
erguida y altiva
te quedas mirando
al que viene atraído
a ponerse atrevido
a escrutar tus encantos;
y admirado se queda,
al ver tus antiguas
cuidadas bellezas,
anticuaria moderna
de Antioquia presente.
Palacio de calles
y chozas pasadas,
pasadas de moda
de moda vigente.
Ojos y pies te acarician
y exclamaciones de
¡oh!. ..
al descubrir tus reliquias
preciosas sin precio
talladas en monte
de oeste montaña
de paisas paisaje
de paisas la madre
de Antioquia la grande,
Antioquia la vieja.
Antioquía,
eres fuerte
como verde la esperanza,
eres cuna y luna
lema y tema
madre de la antioqueñidad;
eres vida
alma y semblanza
de mi ancestral montaña.
Santa Fe de Antioquia,
eres la joya
del poeta poema,
inspiración iY canto!
Del visitante recuerdo
que en el cofre del alma
como un tesoro, te guarda.